Mirando detrás de las cortinas de la industria del cuero encontramos un negocio que debe limpiar sus actos para sobrevivir

Mirando detrás de las cortinas de la industria del cuero encontramos un negocio que debe limpiar sus actos para sobrevivir

¿A quién no le ENCANTA el cuero?

El otro día tomé un café con una amiga y cada una comentamos que llevábamos ropa de un color diferente… abrigos negros, botas de piel negras y bolsos de piel color mostaza. La diferencia era que mi bolso era una versión mucho más barata del suyo.

A pesar de ello, sospecho que el de ella era de origen no más ético que la mía.

Si hubiera sabido mucho más sobre la industria en aquel momento, habría renegado de la compra, devoto del cuero o no.

Este post es para todos aquellos que no están al tanto, pero que estarían preocupados por las prácticas inhumanas de la industria del cuero.

El cuero… es omnipresente

Desde la tapicería del coche, al calzado, llaveros, carteras, cinturones, guantes… está en nuestro ADN. Nos encanta el glamour y el prestigio de poseer cosas de cuero, y nos complace convertirlo en una declaración de moda.

Su durabilidad, el olor y la forma en que cambia su pátina en respuesta a un buen pulido, es agradable.

¿Qué es lo que no le gusta? Mucho, en realidad.

Las cuestiones éticas…

El cuero existe desde hace mucho tiempo, procedente de animales sacrificados para la alimentación, pero hoy en día…

“La mayor parte procede de países en desarrollo como la India y las granjas de China, donde hay cero sanciones por maltratar a los animales en las granjas. También se produce en Italia, Corea del Sur, Argentina, Brasil, EE.UU. y Rusia, pero India y China encabezan la lista.

En su Libro, El trozo de cuero tóxico, escribe Sean Gallagher:

‘Enormes cantidades de aguas residuales se canalizan desde las tenerías hacia las tierras de cultivo cercanas, en las afueras de Kanpur. Repletas de sustancias químicas altamente tóxicas y ácidas, la espuma se crea al pasar por una pequeña compuerta, camino de ser vertida en las tierras de cultivo locales”.

  • burbujas venenosas contaminadas con cromo